Aunque es líquido, un corrector de este tipo puede ofrecer diferentes niveles de cobertura, desde ligera a completa, dependiendo de la cantidad que se aplique y de cómo se difumine.
Proporciona un acabado generalmente natural y luminoso, que se integra bien con la piel. A menudo, está diseñado para no asentarse en las líneas finas o arrugas, evitando un aspecto pesado o poco natural.
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